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.No entendía para nada lo que Alex intentaba decir con eso de que no podían estar juntos.Esas palabras carecían de significado para ella porque se suponía que se iban a casar en tres semanas.—Tendrás que explicarme eso porque no sé a qué viene todo esto —dijo con voz temblorosa.Sara miró a Alex y Rebeca alternativamente porque por las miradas que se dirigían el uno al otro, sabía que ambos estaban allí por el mismo motivo—.Escucho —dijo entrecerrando los ojos y cruzando los brazos fuertemente sobre su pecho.—Rebeca y yo hemos estado juntos desde hace un tiempo.—Alex hizo una pausa—.Y ahora ella —hizo una pausa y tragó con dificultad— está embarazada.—¿Qué? —Paula y Sara gritaron a la vez y se quedaron con la boca abierta y con los ojos a punto de salir de sus órbitas.Recordó su encuentro con Rebeca antes de su despedida y se le heló la sangre.—¿El niño es tuyo? No puede ser.—Sara pensó que se moriría en ese mismo instante—.¿Cómo has podido hacerme esto? —Entonces algo reaccionó en su interior—.¿Cuándo exactamente pensabas decírmelo, cuando estuviésemos casándonos o en nuestra luna de miel? ¿Cuándo naciera tu hijo fuera de nuestro matrimonio? ¿O cuándo?Entonces señaló a Rebeca con el dedo y su furia creció.—Y tú… se supone que éramos amigas, ¿acaso no sabes lo que significa eso? —Sara quería gritar.—Tú empezaste todo esto, ¿o acaso no recuerdas tu segundo año de la universidad? —Rebeca estaba furiosa y a Sara le molestó esa reacción dadas las circunstancias.Claro que recordaba su segundo año en la facultad.Estaba emocionada por estudiar algo que le gustaba.Salía casi todos los fines de semana y estudiaba muchísimo para poder dar la talla como la había dado su padre cuando estudió arquitectura antes que ella, no quería defraudarle.Un fin de semana cuando estaba en una discoteca del centro de la ciudad con sus amigas Paula, Diana y Blanca conocieron a un grupo de chicos muy guapos que las invitaron a unas copas y ella se quedó prendada de uno de ellos.Resultó ser muy divertido, cariñoso y atento, además del chico más guapo que había visto nunca.La trataba como a una reina y pronto se enamoró perdidamente.Al cabo de un tiempo se dio cuenta de que también él sentía mucho cariño por ella.Aunque no estuviera tan enamorado como lo estaba Sara, pensó que sus sentimientos se harían más fuertes con el tiempo.Sara aún recordaba al chico amable que fue y al que se entregó por completo, y veía ahora al hombre que la había engañado y traicionado de una forma tan cruel.No podía ver las similitudes entre ambos y no supo en qué momento se habían torcido tanto las cosas.—Lo recuerdo —dijo Sara forzando las palabras—, pero no sé qué tiene que ver aquello con el hecho de que estés acostándote con mi novio.—Tiene que ver, porque cuando te liaste con él yo era su novia.—Rebeca casi gritaba y dirigía una mirada furiosa en dirección a Sara.—¿De qué estás hablando? Alex nunca me dijo que estuviera con nadie cuando empezamos a salir —dijo indignada y perpleja.Sara lo hubiese recordado y jamás habría empezado nada con él.—Pues sí.Estábamos saliendo y aunque no estábamos muy bien en ese momento, nos queríamos.—Rebeca cambió de actitud y de repente miraba a Sara con una sonrisa desdeñosa.—En realidad nunca lo dejamos.—¿Qué? ¿Habéis estado liados todo este tiempo? —Sara sintió repulsión y ganas de salir corriendo de su propia casa—.Llevamos casi siete años saliendo.—dijo para sí misma.Alex miraba al suelo como un niño al que han pillado haciendo algo malo.Paula tenía ganas de abofetearlo y sacar a la pareja a patadas, y Sara pensó en ese momento, que tendría que cancelar la boda por culpa de una mujer a la que creía una amiga y un hombre al que había entregado su corazón.En realidad Rebeca y ella nunca habían llegado a ser íntimas, pero jamás había imaginado que alguien tuviese la sangre tan fría como para engañar y fingir de ese modo durante años.Tampoco se podía creer lo ciega que había estado en su relación con Alex.A veces no comprendía su forma de ser o de actuar con ella, pero su imaginación nunca habría llegado tan lejos ni en un millón de años.Y aunque le dolía, ahora comprendía muchas cosas.Se sentía estúpida al haber confiado tanto en otra persona hasta tal punto de acceder a pasar la vida junto a ella.Claro que en cierta forma había sido mejor enterarse antes de que se celebrase la boda [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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